Marca: Gual Home & Garden
Referencia: 44562
El peral de la variedad Ercolini es una variedad procedente de Italia. Se trata de un árbol de vigor medio y porte erecto, algo vecero, como la mayoría de perales. Se trata de un peral de maduración temprana, a partir de la segunda semana de junio.
Nombre científico: Pyrus communis
Nombres populares: Peral
Variedad:Ercolini
Familia:Rosáceas
Generalidades: El peral es un árbol frutal de hoja caduca de tamaño mediano el cual prefiere los climas templados, tolerando mejor el frió que el calor. En cuanto al suelo para su cultivo, el peral prefiere tierras sanas y permeables ya que no le gusta la humedad estancada. El peral presenta unas flores hermafroditas blancas (rosas en algunas variedades), que generalmente requieren de un polinizador. Su fruto, la pera, es de tamaño mediano de color verde o amarillento, de sabor dulce.
Características de la variedad:El peral de la variedad Ercolini es una variedad procedente de Italia. Se trata de un árbol de vigor medio y porte erecto, algo vecero, como la mayoría de perales. Se trata de un peral de maduración temprana, a partir de la segunda semana de junio.
Polinización:Principalmente se recomiendan los perales Castell y Blanquilla como buenos polinizadores para el peral Ercolini.
Multiplicación: Realizar injertos de yema durmiente sobre estacas de membrillero.
Floración: Flores blancas a principios de la primavera. Su floración es abundante.
Frutos: Produce peras de calibre medio, de color verde amarillento, presetando un toino rojizo en su maduración. Su pulpa se caracteriza por su jugosidad y un buen sabor. El peral de la variedad Ercolini se cosecha a partir de la segunda semana de junio.
Suelo: El suelo debe ser fértil y estar drenado para asegurar un buen desarrollo del árbol. Para ello es recomendable utilizar abono orgánico y minerales.
Abonado: Si se cultiva en maceta es adecuado abonar con un abono universal líquido cada mes, teniendo en cuenta que una vez al año se debe de hacer una aportación orgánica principalmente en febrero o marzo.
Si se planta en el suelo, es recomendable agregar materia orgánica durante la primavera junto con un fertilizante mineral, y una segunda aportación a finales de verano.
Riego: Durante los primeros años de un árbol frutal es importante que no le falte agua, después se puede ir reduciendo aunque siempre será necesario regar con regularidad y con más abundancia durante los periodos más cálidos y menos durante los fríos.
El sistema de riego por goteo le asegurará un riego adecuado de los frutales. No obstante, se ha de tener en cuenta que el exceso de agua reduce el azucar del fruto.
Podas: Es recomendable podar los árboles frutales cada año.
En términos generales se deben quitar las ramas improductivas y secas para garantizar una mejorar iluminación y aireado. Además, ayuda a que los frutos salgan con un mejor tamaño y calidad. Existen diferentes tipos de podas, todas ellas relacionadas con el tipo de explotación.
Iluminación:A pleno sol. Mediante la poda se consigue que las ramas reciban una buena iluminación y así, poder mejorar la calidad y cantidad de los frutos.
Temperatura: Los frutales necesitan horas de frío para permanecer en reposo y así producir frutos de mejor calidad.
Trasplante: Si el trasplante es enraizada a otro estadio se tiene que realizar en la parada invernal, en cambio si es de maceta a suelo o a otro estadio se puede efectuar en cualquier época del año.
Plagas y enfermedades: Es importante hacer los tratamientos preventivos principalmente en invierno. Los tratamientos curativos se deben realizar al identificar los problemas.
Para realizar un trabajo práctico será interesante en la aplicación mezclar un fungicida, insecticida y un abono foliar o aminoácido. Así será conveniente tratar las enfermedades fúngicas como el oídio, mildiu... y las plagas como las orugas, cochinilla, pulgón…