Marca: Gual Home & Garden
Referencia: 44407
El kiwi issai, al ser autofértil, no requiere de otros para dar frutos. Además, le caracteriza los frutos que da, ya que son muy pequeños, de un verde intenso y extremadamente dulces.
Nombre científico: Actinidia deliciosa
Nombres populares: Kiwi
Variedad: Issai
Familia: Actinidiáceas
Generalidades: El kiwi es un árbol de fruto tropical o planta trepadora de hoja caduca que necesita un clima templado con temperaturas de alrededor de 15ºC de media anual, con una alta humedad ambiental o bastante disponibilidad de agua. Además, es adecuado cultivarlo en un sustrato ligeramente ácido, bien drenado, muy suelto y rico en materia orgánica. Su fruto, el kiwi es una baya grande de piel marrón con vello y una pulpa verde con numerosas semillas negras en su interior. La maduración del fruto se produce en abril.
Características de la variedad: El kiwi de la variedad Issai crece entre 3 y 6 metros de alto y de 1 a 2 metros de ancho. Tiene grandes y verdes hojas.
Polinización: Esta variedad es autofértil, por lo que no será necesario disponer de pies machos ni de hembras.
Floración: Se produce principalmente durante el mes de mayo.
Flores:Sus flores presentan un color blanco crema, con 5 pétalos bien definidos y de agradable aroma.
Frutos: Produce un fruto que es verde, de tamaño pequeño como una uva y pulpa verde y blanca. Tiene discretas y diminutas semillas. Es muy dulce, y su lisa piel permite que se pueda comer entero sin necesidad de pelarlo.
Suelo: El suelo debe ser fértil y estar drenado para asegurar un buen desarrollo del árbol. Para ello es recomendable utilizar abono orgánico y minerales.
Abonado: Si se cultiva en maceta es adecuado abonar con un abono universal líquido cada mes, teniendo en cuenta que una vez al año se debe de hacer una aportación orgánica principalmente en febrero o marzo.
Si se planta en el suelo, es recomendable agregar materia orgánica durante la primavera junto con un fertilizante mineral, y una segunda aportación a finales de verano.
Riego: Durante los primeros años de un árbol frutal es importante que no le falte agua, después se puede ir reduciendo aunque siempre será necesario regar con regularidad y con más abundancia durante los periodos más cálidos y menos durante los fríos.
El sistema de riego por goteo le asegurará un riego adecuado de los frutales. No obstante, se ha de tener en cuenta que el exceso de agua reduce el azucar del fruto.
Podas: Es recomendable podar los árboles frutales cada año.
En términos generales se deben quitar las ramas improductivas y secas para garantizar una mejorar iluminación y aireado. Además, ayuda a que los frutos salgan con un mejor tamaño y calidad. Existen diferentes tipos de podas, todas ellas relacionadas con el tipo de explotación.
Iluminación: A pleno sol. Mediante la poda se consigue que las ramas reciban una buena iluminación y así, poder mejorar la calidad y cantidad de los frutos.
Temperatura: Los frutales necesitan horas de frío para permanecer en reposo y así producir frutos de mejor calidad.
Trasplante: Si el trasplante es enraizada a otro estadio se tiene que realizar en la parada invernal, en cambio si es de maceta a suelo o a otro estadio se puede efectuar en cualquier época del año.
Plagas y enfermedades: Es importante hacer los tratamientos preventivos principalmente en invierno. Los tratamientos curativos se deben realizar al identificar los problemas.
Para realizar un trabajo práctico será interesante en la aplicación mezclar un fungicida, insecticida y un abono foliar o aminoácido. Así será conveniente tratar las enfermedades fúngicas como el oídio, mildiu... y las plagas como las orugas, cochinilla, pulgón…