Marca: Gual Home & Garden
Referencia: 8656
Este árbol ofrece frutos de buen tamaño, un poco achatados, de buen sabor y aroma. Es de origen Español y forma parte de la familia de las Rosáceas.
Nombre científico: Prunus armeniaca.
Nombres populares: Albaricoque
Variedad: Bulida
Familia: Rosáceas.
Origen: España, principalmente Murcia.
Generalidades: Los albaricoques son poco exigentes en cuanto al frío, los inviernos demasiado suaves producen una disminución en la floración.
Características de la variedad: El árbol es alto, de ramaje abierto, muy vigoroso.
Su longevidad alcanza un promedio de 40 años de productividad.
Floración: Tiene lugar en primavera, dan mucho color al jardín y desprenden una agradable fragancia.
En la floración, el árbol indica el final del invierno.
Multiplicación: Por semilla y estaca, posteriormente se injertan con la variedad.
Frutos: El fruto es de tamaño mediano, con un peso medio de 60 gramos, la piel amarillo-rosada, pulpa fina y firme.
Flores: Las flores son de color blanco o rosado las cuales se abren en la segunda mitad del invierno sobre ramas todavía desnudas.
Suelo: El suelo debe ser fértil y estar drenado para asegurar un buen desarrollo del árbol. Para ello es recomendable utilizar abono orgánico y minerales.
Abonado: Si se cultiva en maceta es adecuado abonar con un abono universal líquido cada mes, teniendo en cuenta que una vez al año se debe de hacer una aportación orgánica principalmente en febrero o marzo.
Si se planta en el suelo, es recomendable agregar materia orgánica durante la primavera junto con un fertilizante mineral, y una segunda aportación a finales de verano.
Riego: Durante los primeros años de un árbol frutal es importante que no le falte agua, después se puede ir reduciendo, aunque siempre será necesario regar con regularidad y con más abundancia durante los periodos más cálidos y menos durante los fríos.
El sistema de riego por goteo le asegurará un riego adecuado de los frutales. No obstante, se ha de tener en cuenta que el exceso de agua reduce el azúcar del fruto.
Podas: Es recomendable podar los árboles frutales cada año.
En términos generales se deben quitar las ramas improductivas y secas para garantizar una mejorar iluminación y aireado. Además, ayuda a que los frutos salgan con un mejor tamaño y calidad. Cierto es que existen diferentes tipos de podas, todas ellas relacionadas con el tipo de explotación.
Iluminación: Mediante la poda se consigue que las ramas reciban una buena iluminación y así, poder mejorar la calidad y cantidad de los frutos.
Temperatura: Los frutales necesitan horas de frío para permanecer en reposo y así producir frutos de mejor calidad.
Trasplante: Si el trasplante es enraizado a otro estadio se tiene que realizar en la parada invernal, en cambio, si es de maceta a suelo o a otro estadio se puede efectuar en cualquier época del año.
Plagas y enfermedades: Es importante hacer los tratamientos preventivos principalmente en invierno. Los tratamientos curativos se deben realizar al identificar los problemas.
Para realizar un trabajo práctico será interesante en la aplicación mezclar un fungicida, insecticida y un abono foliar o aminoácido. Así será conveniente tratar las enfermedades fúngicas como el oídio, mildiu... y las plagas como las orugas, cochinilla, pulgón…